¡Marchando!

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Lugar: Madrid, Madrid, Spain

domingo, 23 de julio de 2006

Tejos del arroyo Valhondillo



El tejo es un árbol legendario, actualmente protegido en la Comunidad de Madrid desde 1985 y del que últimamente es posible encontrar ejemplares dispersos por umbrías y vaguadas de la sierra de Guadarrama. Pero encontrar un grupo que pueda merecer el nombre de “tejeda” quizá sea el sitio que vamos a visitar hoy el único de toda la comunidad, y no solo por el número sino por la singularidad de los mismos.

Este lugar es el arroyo del Valhondillo (en algunos mapas figura como Barondillo), situado en la ladera norte de Cabezas de Hierro.

Para llegar a él nos echaremos a andar por un carril que arranca en el km 31,600 de la carretera de Rascafría a Cotos, a la izquierda, donde cerca de un restaurante hay un amplio sitio para dejar el coche. Se comienza subiendo por la orilla izquierda del arroyo de la Angostura que ya por aquí comienza a llamarse Río Lozoya y después de pasar un pequeño embalse y salir a un camino sin tráfico, en la primera bifurcación de este camino nos salimos a la izquierda para inmediatamente llega al Puente de la Angostura que cruzaremos. Hasta aquí habremos tardado 1 hora aproximadamente.
Después de pasar el puente hay una bifurcación y tomaremos la de la izquierda (por la de la derecha bajaremos de vuelta) y continuaremos. Tres kilómetros más adelante se presenta una bifurcación y tomaremos la de la izquierda (luego hay que volver al mismo punto) y continuamos andando hasta el final de la pista. Esta pista cruza un par de veces el arroyo Valhondillo y junto a uno de estos cruces hay una fuente. En el punto donde la pista acaba y en el mismo cauce del arroyo tenemos varios ejemplares de tejos, aunque, bajando el arroyo 100 metros nos encontramos con los dos más soberbios: el de la Roca y el Anciano, el primero con sus retorcidas raices a modo de pulpo o hidra y el segundo con su tronco hueco de 10 metros de circunferencia.


Si desde aquí volvieramos al punto de partida ya habría sido una bonita excursión de 12 km ida y vuelta. Pero nosotros vamos a prolongarla un poquito y conocer el extenso pinar de Cabezas de Hierro. Para ello deshacemos el último tramo de carril que nos condujo hasta aquí y continuamos por el que habiamos dejado antes. Después de otra hora llegamos al arroyo de de la Pena Mala. En sus inmediaciones sale un carril de bajada que lo podemos tomar para llegar a otro que circula por el fondo del valle del río Angostura (hay uno por cada lado del río) y continuar por él hasta el Puente de la Angostura y ya por el camino conocido hasta el coche.

Más sobre esta ruta: http://www.andaduras.com/md_valhondillo.htm

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domingo, 16 de julio de 2006

Las Pesquerías Reales





Tipo de Marcha: Travesía
Distancia: 10 kilómetros
Tiempo: 4 horas
Punto de partida: Puente de la Cantina (poco más abajo de las “7 Revueltas”)
Dificultad: fácil



El macizo de Siete Picos está situado en la parte central de la Sierra de Guadarrama, entre los puertos de Navacerrada y la Fuenfría y presenta una característica silueta quebrada fácilmente identificable desde la llanura madrileña. Es una zona muy visitada por los madrileños, especialmente la del Puerto de Navacerrada durante el período de nieve.

La ladera norte de este macizo está ocupado por un extenso pinar, salpicado de verdes praderas y de arroyos que se extiende, prácticamente desde las cumbres hasta la Granja de San Ildefonso. En concreto, la zona que nos proponemos conocer tiene forma de Y, situandose en sus puntos superiores los puertos de Navacerrada y Fuenfría; los dos lados vendrian marcados por el arroyo del Telégrafo que discurre casi paralelo a la carretera de las Siete Revueltas que baja de Navacerrada y el arroyo Minguete que baja desde la Fuenfría, uniendose ambas líneas en el paraje de la antigua Casa de la Pesca donde confluye ambos arroyos; finalmente el tramo último de la Y vendría a ser el rio Eresma hasta pasada La Granja.

Para visitar en su totalidad estos parajes, hemos diseñado tres marchas que se corresponden con las partes superior, media e inferior de la ladera y que las hemos denominado, respectivamente, como:

¨ Siete Picos y Camino Schmidt
¨ Praderas y arroyos del Pinar de Valsain
¨ Las Pesquerías Reales.

Hoy vamos a hacer este último que nos va a llevar desde el nacimiento del río Eresma hasta sobrepasar La Granja de San Ildefonso, junto al embalse del Pontón.

Iniciamos la marcha en la fuente de la Canaleja, junto al Puente de la Cantina, donde hay una explanada que nos permite dejar el coche. Subimos unos metros por la carretera para, nada mas cruzar el puente y la carretera, tomar un sendero que se inicia paralelo al río. En el inicio mismo de la ruta hay un cartel en el que se describe brevemente la misma y que a continuación transcribimos: “La Senda Real es un paseo empedrado de 10 kilómetros de longitud construido en época de Carlos III en el fondo del valle del Eresma. El camino fue construido con la única finalidad de facilitar a la Corona el disfrute de esta hermosa zona del valle, muy próxima a los palacios de Riofrío y La Granja. Para ello, la ribera fue convertida en un inmenso jardín, con fuentes, pequeñas cascadas y numerosos puentes, e incluso se remansó el río para crear áreas de pesca que le dieron el nombre de Camino de las Pesquerías, con el que es popularmente conocido. E recorrido es, en general, de suave pendiente, y se aleja del río en aquellos puntos en los que el cauce se halla más encajonado. En algún lugar, en cambio, unas escaleras facilitan al caminante el acceso hasta el agua; en otros se construyeron plataformas sobre el cauce y permiten la práctica de la pesca.”

Se cruza una puerta y se continua por el sendero, tomando cualquier desvío de los que salen a la derecha, para acercarse a la orilla del río. El camino no tiene pérdida porque se trata de bajar siempre por la orilla del mismo, que llevaremos a nuestra derecha (margen izquierda del río).

Quince minutos más abajo, el arroyo del Paular, que es el que venimos siguiendo, se junta con el del Telégrafo y a partir de aquí toma la denominación de río Eresma. En esta zona ya comienza a apreciarse las obras que se realizaron. Si se remonta unos metros el arroyo del Telégrafo veremos el lugar conocido como los Baños de Venus. Y si continuamos andando durante casi cuatro horas haremos el recorrido completo, habiendo pasado por parajes tan conocidos y frecuentados como la Boca del Asno o Los Asientos. Veremos puentes, algún acueducto, tendremos que cruzar una gran pradera en las proximidades de Valsain y finalmente acabaremos en el embalse del Pontón.


Evidentemente, para hacer la marcha tal como aquí se describe hay que disponer de dos coches y dejar uno de ellos, antes de empezar, en un aparcamiento que hay en las proximidades del embalse, unos dos kilómetros después de pasar La Granja. En caso contrario, que fue el nuestro, hay que deshacer el camino y, por tanto, contar con 8 horas totales de marcha, 20 kilómetros y la consiguiente dificultad añadida.

Unas anotaciones finales sobre el río Eresma. Se puede considerar que nace en la confluencia de los arroyos del Paular y el Telégrafo. En esta primera parte se le conocía tradicionalmente como río Valsain, que para unos significa Valle Sano, para otros Valle de la Sabina e incluso Valle de Sabín, el ancestro repoblador de sus habitantes. Es el río principal de la vieja Segovia. A los pies del Alcázar recibe el tributo del Clamores, y aguas debajo de la capital se encuentra con el río Frío y el río Moros. Después de pasar cerca de Coca, se une con el Adaja en la provincia de Valladolid poco antes de desembocar en el río Duero.

domingo, 9 de julio de 2006

Praderas y arroyos del Pinar de Valsaín


El macizo de Siete Picos está situado en la parte central de la Sierra de Guadarrama, entre los puertos de Navacerrada y la Fuenfría y presenta una característica silueta quebrada fácilmente identificable desde la llanura madrileña. Es una zona muy visitada por los madrileños, especialmente la del Puerto de Navacerrada durante el período de nieve.

La ladera norte de este macizo está ocupado por un extenso pinar, salpicado de verdes praderas y de arroyos que se extiende, prácticamente desde las cumbres hasta la Granja de San Ildefonso. En concreto, la zona que nos proponemos conocer tiene forma de Y, situandose en sus puntos superiores los puertos de Navacerrada y Fuenfría; los dos lados vendrian marcados por el arroyo del Telégrafo que discurre casi paralelo a la carretera de las Siete Revueltas que baja de Navacerrada y el arroyo Minguete que baja desde la Fuenfría, uniendose ambas líneas en el paraje de la antigua Casa de la Pesca donde confluye ambos arroyos; finalmente el tramo último de la Y vendría a ser el rio Eresma hasta pasada La Granja.

Para visitar en su totalidad estos parajes, hemos diseñado tres marchas que se corresponden con las partes superior, media e inferior de la ladera y que las hemos denominado, respectivamente, como:

¨ Siete Picos y Camino Schmidt
¨ Praderas y arroyos del Pinar de Valsain
¨ Las Pesquerías Reales.

Hoy vamos a hacer un itinerario por las praderas y arroyos situados en la zona media de la ladera.

Iniciamos la marcha en la fuente de la Canaleja, junto al Puente de la Cantina, donde hay una explanada que nos permite dejar el coche. Subimos unos metros por la carretera para, nada mas cruzar el puente y la carretera, tomar un sendero que se inicia paralelo al río. Se cruza un portillo y se continua recto por el sendero hasta salir a una carretera asfaltada sin tráfico. Esta pista es la conocida como Cruz de la Gallega. Seguimos por esta pista en suave descenso hasta que la misma cruza el arroyo del Telégrafo, como a un kilómetro desde el inicio (15 minutos). En este punto hay un pequeño ensanche a la izquierda que coincide con el solar de lo que fue la Casa de la Pesca; y al otro lado hay unas praderitas muy agradables junto al arroyo Minguete que aquí confluye con el del telégrafo.

Aquí podemos iniciar la subida por la misma orilla del arroyo del Telégrafo, pero es más cómodo continuar por la carretera como otro medio kilómetro más hasta llegar, poco despues de pasar lo que parece una tumba (hay una lápida con una inscripción), a una pequeña explanda a la izquierda con restos de madera y una serie de sendas no muy marcadas (25 minutos). Iniciamos la subida por la senda que sale más a la izquierda, casi como si fuéramos en sentido contrario al que traiamos hasta ahora. En no más de diez minutos la senda cruza el rio y continuamos por ella ahora con el arroyo a nuestra derecha (margen derecha del arroyo). En otros treinta minutos llegamos a una pequeña explanda un poco calva, con unas rocas a modo de mirador. En este punto pasa muy cerca una carretera asfaltada, sin tráfico, que procede de la quinta revuelta y que acaba un poco más arriba.

Pero no tomamos esta carretera, sino que pasadas las rocas buscamos un camino que baja hacia el arroyo que es el que vamos a seguir. Cruza el arroyo (en las proximidades hay una choza de troncos) y comienza a subir suavemente para en diez minutos plantarnos en la pradera de Navalazor, con unas rocas a modo de mirador casi simétricas respecto al arroyo al mirador del lado contrario. Esplendidas vistas del pinar desde ambos miradores.

Continuamos subiendo por esta senda conocida como camino de Lumbralejos, y en poco más de media hora alcanzaremos un cruce que tomaremos hacia la izquierda, donde se divisa, en la parte superior, pero relativamente cerca el inicio de una pradera. Subimos, aunque el camino se pierde, en la dirección que llevaría si no se perdiera y en un momento alcanzamos la parte superior: es la pradera de Navalviento. Magnífica pradera, que por estar situada en el punto mas alto de nuestro recorrido de hoy es ideal para descansar, comer y relajarse.

Si atravesamos la pradera en la dirección que traíamos cuando llegamos, no nos será difícil encontrar un nítido camino que en un momento nos llevará a cruzar el arroyo Ventoso. Aquí el camino gira a la izquierda para continuar casi paralelo al arroyo aunque algo alejado y en otros treinta minutos alcanzamos el arroyo del Telégrafo en su confluencia con el Ventoso.

Aunque aquí tendremos que continuar bajando, es recomendable ascender por el arroyo unos diez minutos para visitar una pequeña cascada que cae un poco más arriba.

Volvemos al punto al que habíamos llegado antes: aquí hay una explanada, una construcción semisubterranea y un puente donde se inicia la carretera asfaltada que va a la quinta revuelta y que a la subida divisamos cerca de un mirador. Continuamos por esta carretera precisamente hasta ese punto, y a partir de aquí comenzamos a bajar por el mismo sitio por el que habiamos subido a la ida.

En una hora aproximadamente habremos llegado de nuevo al Puente de la Cantina donde nos esperará nuestro coche después de unas cuatro horas de caminata y de haber disfrutado de un magnífico paisaje muy fresco y sombreado.