MAJALASNA

Siete Picos está situado en la parte central de la sierra de Guadarrama, entre los puertos de Navacerrada y la Fuenfría y ofrece una característica silueta visible desde muchos lugares de Madrid.

Vamos a comenzar el recorrido en las Dehesas de Cercedilla, en las proximidades del restaurante Casa Cirilo. Allí mismo, nos encontramos con la primera fuente de las que vamos a ver en el recorrido: la fuente de la Teja.
Retrocedemos por la carretera unos cien metros y nos salimos por una senda que hay señalada con círculos amarillos, frente a la Residencia Lucas Olozabal, y que baja hasta el rio de la Venta a cinco minutos del inicio. Junto al río nos encontramos la segunda fuente del día: la fuente del Tercer Retén.
Cruzamos el río por un pequeño puente y continuamos hacia la derecha sin perder las señales de puntos amarillos por la llamada vereda del Ángel. En un suave ascenso nos plantamos en 45 minutos en el raso del Pedro Morales. En otros 45 minutos, pero ahora de fuerte subida,

Si continuamos andando por nuestra senda, unos metros más arriba nos encontramos el mirador de Vicente Aleixandre (con barandilla y todo). Las vistas son las mismas que desde el otro. Solo que este, por su proximidad a la carretera de la República, suele estar lleno, al menos yo casi siempre así lo he visto, de ciclistas que aprovechan para descansar de la subida.
Desde aquí continuamos andando por la carretera de la República en sentido ascendente,
aunque en este tramo es casi llana, par alcanzar en menos de cinco minutos el reloj de Cela, un curioso reloj de sol. Y en otros cinco minutos llegamos a la magnífica pradera de Navarrulaque, con su monumento a los primeros caminantes de la sierra de Guadarrama y su fuente-refugio de Díaz Duque (originalmente). El lugar se presta a un merecido descanso.

Desde esta pradera, verdadera encrucijada de sendas, intentaremos buscar la que traiamos siguiendo los puntos amarillos. En 30 o 40 minutos llegaremos al destino que nos habiamos propuesto: Majalasna con su pico, su bonita pradera, su fuente (fuente de Majalasna), sus vistas hacia el valle y, en definitiva, un lugar idóneo para descansar, comer y sestear. Y si no fuera por las obligaciones normales, para quedarse allí una temporada.

Pero hay que continuar porque todavía nos queda mucho valle. Seguimos buscando los puntos amarillos y entramos en la senda de los Alevines, senda que no tiene mucho desnivel pero muy quebrada y entretenida, que en media hora nos deja en Collado Ventoso pasando un poco antes por la fuente de los Alevines (y ya van cinco fuentes). Collado Ventoso, haciendo honor a su nombre, suele ser un sitio bastante ventilado pero tiene otra magnífica pradera.
Desde Collado Ventoso hay que seguir los círculos casi en dirección contraria a la que traíamos para bajar hacia el valle de la Fuenfría. En veinte minutos alcanzaremos la carretera de la República junto a la cual está la fuente de Antón R. Velasco que siempre hemos conocido con un gran caudal.
Desde aquí es posible seguir dos itinerarios: continuar bajando por los círculos amarillos del camino Schmid, cruzando la carretera, o continuar por esta a la derecha en dirección al puerto de la Fuenfría si es que disponemos de más tiempo y ganas de seguir andando. La bajada por el prmero nos lleva en media hora a volver a cruzar la carretera de la República en las proximidades del chalet de Peñalara y de la calzada romana por la que seguiremos descendiendo hasta llegar al asfalto y unos metros más abajo hasta el punto de inicio.
Pero como nos encontramos con fuerza, a partir de la fuente de Velasco vamos a seguir la carretera de la República para pasar por el magnífico mirador de la Calva y alcanzar en seguida el puerto de la Fuenfría. En sus proximidades encontramos la fuente de la Fuenfría.
A partir de aquí podriamos bajar por la calzada romana pero esta la dejamos para otro momento y vamos a continuar hacia la izquierda según veniamos por la carretera por la que ahora se llama la senda del Infante y que es como continuación de la carretera un camino bien hecho. Andamos por este camino durante un largo trayecto, con estupendas vistas a la izquierda en todo momento, pasamos por la fuente del Infante (ya casi he perdido la cuenta) y llegamos al collado de Marichiva.
En este collado hay que tomar una senda señalada con puntos rojos, que en pronunciada bajada nos dejará en otra media hora en las Dehesas, próximos al lugar de comienzo.
Habrás sido unas cinco horas de andar pero nos llevamos a nuestra casa una visión global del valle que recordaremos mucho tiempo. Y gratis.
El valle de la Fuenfría da para muchas más excursiones que poco a poco iremos haciendo.




10.03.2007 JGF
Etiquetas: Excursiones por el valle de la Fuenfría