El Pozo de la Nieve de Cuelgamuros
La actividad del comercio de la nieve tuvo un gran auge desde el siglo XVI hasta bien entrado el siglo XX en el que se puede decir que la nieve se domesticó. La facilidad de recogida de la nieve en aquella época (conocida como pequeña edad del hielo) junto con la popularización de su consumo contribuyeron a este auge. La popularización del consumo de nieve se vio favorecida por dos motivos principales: uno por los impulsos de la medicina renacentista que propiciaron grandes esfuerzos de pueblos y ciudades para organizar convenientemente el abastecimiento en aras de la salubridad pública; y segundo, porque la moda del frío (bebidas y helados) se instaló en palacios y casa de nobles y de ahí se extendió a otros estratos sociales.
El comercio de la nieve ocupó a una gran cantidad de personas en las diversas actividades de almacenamiento, conservación, transporte y distribución todas ellas muy duras como es fácil de suponer. La actividad económica fue tan importante que estuvo sometida a regulación, impuestos, horarios de distribución, penalizaciones, etc. (He leído que en tiempos en que Cuba era colonia española se llevaba allí nieve desde España).
Para conservar la nieve y protegerla durante el transporte se utilizaba paja que después había que eliminar para entregarla y de ahí parece que viene la expresión popular “estar limpio de polvo y paja”
Pozos de nieve existen por toda España, la mayor parte de ellos abandonados; pero quizá será la zona de Valencia y Murcia (Sierra Espuña) donde existe mayor concentración y donde últimamente parece que se intenta reconstruir para el turismo cultural. A ello tambien puede ser debido la tradición de los helados y hochatas de la zona.
La marcha de hoy tiene por objetivo visitar uno de estos pozos en la provincia de Madrid aprovechando además un momento en que el lugar está rodeado de nieve, para comprender aún mejor como era esta actividad en el pasado.
En concreto, el pozo que vamos a visitar está ubicado en la Zona de Cuelgamuros, muy cerca del pico Abantos y pertenecía al monasterio del Escorial.
Pertenecientes al Monasterio parece que había 8 pozos que producían 500 toneladas al año y que la corona los arrendaría a particulares. Se conservan dos, uno en el propio jardín del Monasterio, pequeño, de solo dos metros de profundidad y otro que es nuestro objetivo de hoy.
El Pozo de Cuelgamuros se construyó en 1609, tiene 14 metros de profundidad y 8 de diámetro y tenia capacidad para 230 toneladas y se encuentra en el interior de una nave que es la que se ve en la foto superior. Estuvo en uso hasta 1934.
Tipo de marcha: circular
Punto de partida y llegada: Hotel Felipe II (Eurofórum)
Tiempo total neto: 6 horas aprox.
Dificultad: media
Itinerario
La caminata se inicia en el aparcamiento del Hotel de Felipe II (hoy Euroforum) tomando una escalera de piedra que se encuentra a la derecha de la carretera, después de una curva e inmediatamente antes de llegar al hotel. Esta senda sube dejando a la derecha la alambrada de la presa del Romeral y asciende en zig-zag, casi sin interrupción hasta el puerto de San Juan de Malagón. Antes de llegar a la mitad de esta subida se alcanza una carretera, la Horizontal Alta (50 min.), en la que unos metros a la derecha se encuentra la fuente de la Concha. El tramo de camino que nos lleva desde esta carretera hasta el puerto se conoce como camino del Trampolón y lo más destacable es la presencia de un importante grupo de hayas (siempre habíamos oído que las de Montejo eran las más meridionales).
Desde el Puerto de Malagón (1h. 25min.), donde hay unos restos de una ermita y/o una venta, se continua en paralelo a la carretera y luego por un camino a la derecha hasta alcanzar la Cruz de Rubens (1h. 50 min.), el mejor mirador aéreo del Monasterio del Escorial y buen sitio para descansar y tomar un "piscolabis". Desde este lugar, Pedro Pablo Rubens, durante su estancia en España en 1629, tomó apuntes para un cuadro del Real Sitio. El cuadro abarca desde Abantos a Las Machotas con el Monasterio y la llanura madrileña.
Se continua subiendo por el camino hasta alcanzar una estupenda pradera con una no menos estupenda Fuente del Cervunal (2h. 15min.) y 25 minutos después Abantos (2h. 40min.), el punto más alto del recorrido, y la mejor vista aérea, en este caso no del monasterio sino de casi toda la comunidad de Madrid y Sierra de Guadarrama.
Finalmente, continuamos avanzando, ahora junto a la tapia que delimita el Valle de los Caidos, hasta llegar a una puerta en el muro, la que traspasándola nos conduce en poco tiempo al Pozo de la Nieve (3h).
La vuelta se realiza por el mismo camino hasta la Fuente del Cervunal, y a partir de aquí se sigue por el GR-10 que nos conducirá en continua bajada hasta la orilla contraria a la subida de el embalse del Romeral y de ahí, tras pasar por el mirador de la Casita Rústica, Fuente de la Bola y colonia del Romeral (en 1923 se pretendió llevar un funicular de aquí a Abantos y construir allí un casino-hotel), al coche en un pis-pás.
Antes de llegar al coche podemos apreciar el Arca del Romeral, un depósito que se diseñó en el siglo XVI para abastecer al Monasterio.
Descripción y fotos del recorrido
De los detalles y el reportaje fotográfico se ha encargado nuestra amiga Charo que los ha plasmado en su magnífica página:
http://www.andaduras.com/md_abantos_pozo_nieve.htm
4.02.2006. J.G.
<< Home